Es una chica rubia que acaba de mudarse a la habitación de al lado. Me preocupaba su atmósfera llamativa y erótica, pero un día la vi cambiándose de ropa por la ventana y tuve sexo con ella, y eso me obsesionó por completo. No podía dejar de ver escenas eróticas de masturbación mostradas a través de la ventana. Su seductor cuerpo que revela sus grandes pechos hace que Ji-ko se convierta en una chica sexy, intercambia sexo intenso y, finalmente, chorrea en su vagina.